sábado, 6 de marzo de 2010

Para pensar un poco

Reproduzco una carta que apareció publicada en el Magazine de La Vanguardia el 3 de mayo de 2009 y que he tenido la oportunidad de releer. En su momento me dio que pensar y hoy también lo ha hecho, por eso la reproduzco literalmente y no la parafraseo.


Generación comunicada, pero solitaria
Ángel Gómez (Puerto Real, Cádiz)

Tengo un iPod donde escucho mis canciones. Me aisló de cualquier intento de entablar conversación. También tengo un iTouch donde visiono películas y fotografías donde se me antoje. Recibo mensajes y llamadas en mi iPhone, a través del cual estoy conectado con amigos que no he visto ni jamás veré. No sé sus verdaderos nombres, sin embargo me hablan de sus miedos y deseos. Cuando llego a casa, sin mediar palabra con nadie, enciendo mi iMac, donde sincronizo lo que llevo y observo cuánto ha crecido mi espacio social en iNet. Miles de contactos repartidos por todo el mundo. Miles de kilómetros nos separan, pero esta noche están en mi habitación. En la éopca de la gran idea de las comunicaciones, qué fácil es estar unido con miles de pensamientos y sensaciones de tanta gente que lo necesitamos. Quiero calmarme, no pensar en nada, sólo en las cosas que merecen la pena. Llega la hora de dormir, apago todos mis dispositivos y, al cerrar los ojos, otra vez lo mismo, la eterna sensación de soledad. Qué solo estoy. Las lágrimas se deslizan por mis mejillas.


Espero no infringir ningún tipo de derecho de Copyright por ello pero me ha parecido interesante compartirla con quien no sea lector de La Vanguardia y le pueda interesar.